El legado de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ será notable en las distintas comunidades futbolísticas de Australia y Aotearoa Nueva Zelanda mucho después de que se corone a las campeonas del torneo.
Las mejoras de infraestructura en estadios e instalaciones de entrenamiento aportan beneficios claros y tangibles.
Entre los recintos renovados destacan las bases operativas, que se utilizan por primera vez en un Mundial femenino e incluyen alojamiento e instalaciones de entrenamiento. Además, hay 20 instalaciones de entrenamiento específicas (dos por cada sede) y nueve de reserva (una por cada ciudad anfitriona). La FIFA supervisó más de la mitad de las obras de renovación y mejora de los campos de entrenamiento.
"Ha sido toda una oportunidad, con Australia y Nueva Zelanda como países anfitriones del mayor y más prestigioso acontecimiento deportivo femenino —dijo Ernie Hasselsjo, responsable de instalaciones de entrenamiento—. [Hemos recibido] fondos públicos federales, estatales y municipales para mejorar las infraestructuras de las instalaciones de entrenamiento que utilizamos".
"También se ha establecido por primera vez un grupo de trabajo sobre el legado del Mundial. Las federaciones de fútbol de Australia y Nueva Zelanda han colaborado con la FIFA para aunar esfuerzos con el fin de mejorar el fútbol femenino y ver qué otras oportunidades se pueden dar".
Son muchos y diversos los clubes que se beneficiarán de estas mejoras en ambos países, y sus efectos alcanzan a organizaciones de fútbol base, antiguos equipos de la liga nacional e incluso recintos profesionales. Entre estos últimos se encuentra el Estadio Central Coast, la base operativa de Inglaterra durante el torneo, recinto que será la sede del club más joven de la A-League femenina cuando Central Coast Mariners se incorpore a la competición a finales de año.
Más al norte, los Brisbane Lions, un pilar de la hermandad futbolística de la ciudad y cuna de numerosos internacionales masculinos y femeninos, se ha visto recompensado con la llegada a la ciudad del principal torneo de fútbol femenino del mundo.
Símbolo de la emigración europea de la posguerra, el club fue fundado por emigrantes holandeses en 1957. Posteriormente, destacó en la National Soccer League, y en última instancia, sentó las bases del Brisbane Roar FC (antes conocido como Queensland Lions).
Entre las diversas reformas realizadas, se han modernizado considerablemente los vestuarios del club para que puedan ser utilizados por cualquier persona con independencia de su género.
"Se trata de legados enormes para las comunidades deportivas —declaró el director general de los Brisbane Lions, Rob Scanlon—. Todo gran certamen tiene que traer consigo alguna clase de beneficio para los deportes en el ámbito local. Y el hecho de que la FIFA y el propio gobierno de Queensland puedan sumarse y empiecen a crear una infraestructura más sólida dentro de los clubes, es de vital importancia para cualquiera de nosotros en el deporte local. Contar con este tipo de beneficios duraderos resulta sumamente importante para la comunidad".
Por su parte, Randy Waldrum, seleccionador de Nigeria, declaró: "Cuando vinimos a entrenar por primera vez a este recinto, me quedé impresionado con las instalaciones. Los vestuarios, la forma en que los han dispuesto para las jugadoras, y que cada taquilla tenga una fotografía de la futbolista, hace que se convierta en un lugar muy especial para ellas".
"El gimnasio, el terreno de juego, todo está en muy buen estado. Estoy impresionado, la verdad. Yo, que soy de Estados Unidos y he visto muchas instalaciones por todo el país, puedo decir que estas instalaciones no tienen nada que envidiar a las que hemos visitado. La FIFA y Brisbane Lions han hecho un gran trabajo al prepararlo todo para nosotras".
La huella del torneo y, por tanto, los beneficios que éste deja, van más allá de las ciudades anfitrionas. En Aotearoa Nueva Zelanda, otras tres ciudades hacen las funciones de base operativa, lo que en muchas ocasiones aportará un valor añadido a la comunidad.
Las instalaciones renovadas de Newtown Park en Wellington/Te Whanganui-a-Tara demostraron inmediatamente su valor para el público general al servir de alojamiento temporal tras el trágico incendio que afectó a un albergue de la ciudad.
Por su parte, las instalaciones de Mangere Centre Park en Auckland/Tāmaki Makaurau se sometieron a una reforma muy necesaria después de que un incendio destruyera las antiguas salas del club. El recinto cuenta ahora con vestuarios mixtos, mejor iluminación, nuevos terrenos de juego con sustrato arenoso y nuevas salas.
"Para nuestra organización, es increíble poder contar con unas instalaciones futbolísticas de categoría mundial en el sur de Auckland —comentó Imran Mohammed, presidente de la Mangere Centre Park Sports Association—. En la región de Mangere, tenemos una importante comunidad del Pacífico muy involucrada en diversos deportes, pero no tanto en el fútbol. El año pasado formamos nuestro primer equipo femenino. Ahora tenemos dos. Estamos colaborando con clubes locales como Manukau City, Manukau United, Otahuhu o South Auckland Rangers. Esperamos que todos estos clubes utilicen estas instalaciones, y nuestra intención es convertirlas en un centro de fútbol femenino en el futuro"
Portugal, selección que debuta en un Mundial femenino, tiene en el centro de Mangere sus instalaciones de entrenamiento. "Pienso que [los beneficios que deja el Mundial] son muy significativos" —señaló la capitana portuguesa, Dolores Silva—.
"Es otro paso adelante para el fútbol femenino. Creo que este Mundial puede suponer muchos cambios. Puede continuar mejorando las actitudes, animando a la gente a ver nuestro deporte y demostrando al mundo que las mujeres saben jugar al fútbol y pueden alcanzar cualquier meta que se propongan. Como mujer, estoy orgullosa de poder ser parte de este torneo y de ampliar la perspectiva de las personas para que sigan disfrutando del fútbol y de nuestra historia", concluyó.