A principios de la década de 1990, un grupo de jugadores amantes del fútbol soccer tuvo un sueño que parecía muy difícil: hacer que la afición estadounidense se enamorara de su deporte para que la Copa Mundial de la FIFA Estados Unidos 1994™ fuese un rotundo éxito.

El esfuerzo de hacerse un espacio en el corazón de los norteamericanos fue mayúsculo en un país dominado por la afición a otros deportes como el béisbol, el fútbol americano, el baloncesto y el hockey.

“Nosotros teníamos que hacer todo. Teníamos que vestirnos en el carro, entrenar en la playa y luego atender el área social, como hacer entrevistas”, rememora la FIFA Legend Marcelo Balboa, defensor en aquella generación y uno de los jugadores con más partidos internacionales en el equipo de las Barras y las Estrellas.

“Manejábamos dos horas para ir a algún programa a hacer entrevistas. Luego regresábamos en la tarde y entrenábamos la parte física por una hora”, analiza el exjugador que estuvo activo en las canchas entre 1987 y 2002.

Y, a base de mucho esfuerzo y sacrificio, lo lograron. “Sabíamos que el fútbol iba a crecer y sería un deporte popular en Estados Unidos. Mis padres son argentinos y siempre se han emocionado con la Copa América y el Mundial. En EE. UU. hay muchos inmigrantes, así que sabíamos que el fútbol tarde o temprano iba a despegar y la plataforma fue ese Mundial donde establecimos un récord de asistencia que sigue vigente”, rememora sobre la competición donde fueron eliminados por la mínima diferencia en octavos de final por el a la postre campeón Brasil.

Ahora, poco más de treinta años después, la Copa Mundial de la FIFA™ vuelve a Estados Unidos en 2026 y el panorama luce completamente distinto. “El fútbol ha crecido mucho, no se puede comparar con lo que nosotros teníamos; nosotros abrimos la puerta para las nuevas generaciones”, explica. “Ahora la mayoría de nuestros jugadores están en equipos de Europa. Tenemos jugadores en el AC Milán, en el Chelsea, en el Juventus; están en los mejores equipos del mundo”.

“Ahora la presión está en los jugadores y la Federación, porque tienen que hacer algo especial. En 1994 no teníamos presión. Ahora sí la hay y eso es lo que nosotros queríamos: que el fútbol soccer creciera y lo hemos logrado con mucho sacrificio de jugadores y jugadoras en la década de los noventa”.

Pero antes de contribuir junto a México y Canadá a que la Copa Mundial de la FIFA 2026™ sea el mayor espectáculo del planeta, Estados Unidos será el anfitrión del nuevo Mundial de Clubes FIFA 2025™, otro de los Objetivos Estratégicos para el Fútbol Mundial: 2023-2027 de la visión de Gianni Infantino, presidente de la FIFA.

“Esto también demuestra lo mucho que hemos crecido y lo mucho que amamos este deporte; es muy bonito ver la pasión que hay ahora por el fútbol soccer. Me hubiera encantado jugar esta competición, aunque eso sí: estaré apoyando al club mexicano León”.

¿Un estadounidense apoyando a un equipo mexicano? “Jugué ahí y me trataron muy bien”, explica. “Ser un jugador estadounidense en México no era fácil porque a nivel de selecciones tenemos una rivalidad importante. Entonces, cuando me ponía la camiseta nacional, me abucheaban. Pero cuando me ponía la camiseta esmeralda, eran muy lindos conmigo. Me trató muy bien el equipo y los aficionados”.

Y eso ejemplifica a la perfección cómo el fútbol une al mundo. “La Copa Mundial de la FIFA 2026™ será la primera edición organizada por tres países. Será espectacular, entretenida y vista por todo el mundo. Entonces el fútbol manda ese mensaje de unión porque será un gran evento debido al esfuerzo que tres países están realizando. Será uno de los mejores Mundiales, solo lo pondría por detrás del de 1994”, reflexiona con una sonrisa.

Además, los que visiten Estados Unidos encontrarán mucho por hacer. “Llegué a Los Ángeles cuando tenía 5 o 6 años. California tiene un clima maravilloso, tiene playas y muchas cosas por hacer. Así que hay que aprovechar todo esto y salir a disfrutar”, finaliza.